
Cuenta una leyenda que al inicio de la Edad de Hielo, muchos animales morian a causa del frío.
Los erizos dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí.
Pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Visto esto, tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra.
Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos.
De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas, que la relación con alguien muy cercano, puede ocasionar; ya que es importante el calor del otro.
Y los erizos sobrevivieron.
Moraleja de la historia:
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás sin dejar de admirar las cualidades.
Genial...
ResponderEliminarDemasiado perfecto para ser verdad.
Ojala que todos supiéramos desde pequeños que las relaciones perfectas no existen, y que empezando por nuestros padre, que son unos de quienes más nos quieren en la Vida.