jueves, 27 de mayo de 2010

El león en el agua.




Cuenta una leyenda, que en una ocasión, un fuerte león se acercó hasta un lago de espejadas aguas, para calmar su sed.
Pero al acercarse al agua, vio su rostro reflejado en ellas y pensó: "¡Vaya!, este lago debe ser territorio de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él."

Atemorizado se retiró de la orilla, pero tenía tanta sed que regresó al poco. Allí estaba otra vez el "león". ¿Qué hacer? La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió.
Un poco más tarde, volvió a intentarlo, al ver al "león" abrió las fauces amenazadoramente, pero al comprobar que el otro "león" hacía lo mismo, sintió terror y huyó.
Lo intentó en repetidas ocasiones, y acabó siempre huyendo, pero como la sed era cada vez más insoportable tomo la decisión de beber, pasara lo que pasase.

Así lo hizo. Y cuando metió la cabeza en las aguas, ¡el "león" desapareció!


Valiente no es el que siente miedo, sino el que actua a pesar de el. Muchas veces lo que nos paraliza son nuestros propios fantasmas.

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